ECO DIARIO
20 febrero 2011
Las operaciones de
cirugía estética se reactivan un 5% en España tras años de crisis
Las operaciones de cirugía estética se han reactivado un 5
por ciento durante el último año en España, tras caer un 26 por ciento por la
crisis, como ha declarado el nuevo presidente de la Sociedad Española de
Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), Jaume
Masia.
En
una entrevista a Europa Press, Masia
ha remarcado que "la reactivación del mercado es moderada y prudente, pero
es ascendente", a tenor de las cifras de implantes mamarios
comercializados por las empresas especializadas.
Y
es que las operaciones de relleno de mamas son un buen indicador de las
operaciones estéticas de un estado, puesto que son la segunda opción más requerida,
por detrás de las liposucciones que lideran el ranking.
El
presidente de la SECPRE ha atribuido este aumento a una estabilización
progresiva de las intervenciones estéticas que, en ningún caso, llegarán al 'boom' de 2006 y 2007 en que personas de nivel
socioeconómico bajo accedieron a estas operaciones mediante préstamos
bancarios, ha observado el cirujano.
Los
españoles se sometieron a 105.000 operaciones de cirugía estética en 2009 --un
26% menos--, cifra que sitúa a España en el puesto número 15 de la lista de
países donde más se practican este tipo de intervenciones a nivel mundial.
Masia
ha comparado la crisis inmobiliaria con la que ha sufrido, en parte, el sector
de las intervenciones estéticas por la actuación "incontrolada" de
las entidades bancarias a la hora de conceder créditos.
Un
implante de mamas puede oscilar desde los 4.000 a los 8.000 euros, en función
del cirujano y el centro médico, mientras que una liposucción va de los 1.000 a
los 4.000.
El
nuevo presidente, que releva a Ezequiel Rodríguez en el cargo, ha destacado el
buen trabajo realizado por su antecesor por situar la cirugía plástica en el
lugar que le toca, "desfrivolizando" la
cirugía estética con el mensaje "contundente" que no es
imprescindible para el proceso patológico pero sí que aporta calidad de vida a
los pacientes si se hace por gente cualificada para ello.
Masia
ha descartado que la crisis haya provocado un aumento del intrusismo denunciado
por los profesionales en años anteriores, sino todo lo contrario porque la
gente pide más garantías.